¡Ayy, qué antojo de una rebanada de pizza! Y luego entra una voz interna que nos censura porque estas no van con los hábitos saludables; al final, casi lo vemos como un pecado. Entonces nos surge la pregunta, cómo poder conciliar una alimentación sana con la comida rápida, ¿debo dejar de darme un antojo? Realmente no debería haber una polémica o culpa al respecto.
El dilema no debiera ser tan fuerte porque lo que nos ha llevado a esa sensación de que estamos haciendo mal al consumir ese tipo de alimentos es el enfoque. Nos hemos enfocado en señalar a la comida rápida como el problema, cuando lo que está mal es la cantidad, la frecuencia y los hábitos.
Los especialistas indican que el exceso es el factor para que tengamos esos golpes de conciencia. Otro problema es la falta de hábitos de alimentación positiva que terminan por desequilibrarnos. Esto quiere decir que si comes sano, con una nutrición balanceada, no tendrías problema de darte el gusto de una hamburguesa o una pizza.
Por ejemplo, si en una semana realizamos aproximadamente unas 30 comidas, podrías destinar hasta un 10% de estas para la comida rápida, es decir, unas 3 comidas a la semana. Por eso muchas personas se cuidan durante la semana y el sábado y domingo se permiten otro tipo de alimentos diferentes a los que consumen de lunes a viernes.
Cuida tu salud integralmente
Si lo vemos desde esa perspectiva no tendríamos un sentimiento de culpa. Además toma en cuenta que los hábitos generales son los más importantes. Por eso es recomendable que cuides tu salud durmiendo bien, haciendo ejercicio o realizando actividades físicas, dando espacios para la recreación y relajación, mantener una nutrición saludable. Si logras este balance ten por seguro que no sentirás como un pecado comer algo tan delicioso como un hot dog.
Sin embargo, algunas personas han retirado todo ese tipo de alimentos de su dieta y está bien, pero si eres de los que gustan de la comida rápida toma en cuenta estos consejos, modera tu frecuencia y la cantidad, así podrás seguir disfrutando de esta sin que sientas culpa o desbalancee tu nutrición.
Y así, en esos días que te permitas una comida rápida la vas a disfrutar mucho más porque no es algo cotidiano, no es algo que comas todos los días y a toda hora. También es recomendable que la comas intercalándola con alimentos sanos como verduras y frutas. Siempre toma mucha agua, esto te ayuda a mantenerte hidratado.
Cumple tu antojo
De esta forma esa vocecita que te censura se liberará y podrás darte esos antojos que son tan ricos. Recuerda que la clave para todo en la vida es el balance, es la manera como mejor fluimos y transmitimos una buena onda.